Realizo correcciones profesionales de textos y orientación literaria. Escritos de lo más variados: novelas, relatos, ensayo, tesis doctorales, artículos,…
Dentro del asesoramiento se incluye la valoración de elementos narrativos (personajes, tramas, etc.). Siempre explico el porqué de los cambios o aportaciones realizadas.
Las normas ortográficas son el primer filtro que debe pasar un texto. Aplico las directrices establecidas por la R.A.E. en cuanto a puntuación, aporto diversidad léxica, etc.
Mis tareas dependerán de vuestros requerimientos pero habitualmente son las siguientes:
- Detectar y corregir errores ortográficos y de léxico.
- Aumentar la riqueza y diversidad del vocabulario.
- Subsanar errores de sintaxis (preposiciones o conjunciones inadecuadas, mal uso de tiempos verbales…)
- Modificar la sintaxis para que el texto resulte más atractivo.
- Adaptar la puntuación para facilitar la comprensión por parte del lector.
- Aplicar recursos ortográficos y tipográficos no sujetos a normas estrictas (mayúsculas, cursiva, negrita…) y usarlos en función de las peculiaridades del texto.
- Unificar en todo el texto los criterios de cualquier tipo que se hayan adoptado.
Si me contratáis es importante saber que la labor de correctora no abarca ninguna de las tareas siguientes:
- Redactar un texto.
- Reescribir lo que alguien ha escrito.
- Ordenar las ideas de un texto.
- Revisar la fidelidad o la calidad de una traducción.
- Asesorar sobre estrategias de comunicación.
- Comprobar datos o la veracidad del texto.
- Cambiar el estilo propio del autor.
- Analizar la trama de una novela y la coherencia de los personajes.
- Revisar una y otra vez el texto cada vez que el autor quiera cambiar algo.
Hay que evitar las redundancias, las ambigüedades y el abuso de los verbos comodines («decir», «tener», «haber», «poner»…). Compruebo la coherencia tipográfica del texto, el uso de mayúsculas, la ortografía de los nombres de personas y lugares. Propongo cambios léxicos cuando la palabra elegida conlleva connotaciones no deseadas y controlo el uso inadecuado de cultismos («climatología» por «clima»). Y todo ello conservando el estilo personal del autor@ del texto. En pocas palabras, como correctora me encargo de que el mensaje se transmita a las lector@s de forma clara y eficaz.